Sexo

Tener sexo en la playa no es como lo imaginas (y peor que como lo recuerdas)

Aprovechamos la temporada para repasar los pros y contras del sexo en la playa.
pareja teniendo sexo en la playa
Las fantasías sexuales del verano 2021Getty Images

Para muchas personas el verano perdió el significado que le daban cuando eran pequeños, ahora tiene sexo en la playa. Lo que antes solía ser la temporada de vacaciones por excelencia: dos meses de desquiciar a los padres en casa y orillarlos a tener que subir a la familia a un auto, autobús o avión para llevarla a un destino turístico, con el fin de apaciguar el exceso de energía. Hoy, para una gran parte de la fuerza de trabajo, esta temporada es sólo un recuerdo, pues sus respectivas obligaciones los mantienen atados a los confines de un escritorio.

Desde esa lúgubre prisión, la mente se desata en un vaivén de fantasías, anhelando regresar a ese estado único que sólo se consigue junto al mar. Además, con la edad adulta, las diferentes opciones de vacacionar en lugares tropicales traen con ellas una nueva tentación que definitivamente no se consideraba en la infancia: tener sexo en la playa.

Esta imagen es uno de los clichés más grandes que existen en la historia del cine. ¿Cuántas veces no nos hemos topado con una escena gloriosa de una pareja que sucumbe ante el deseo de follar bajo el atardecer, quedarse dormidos — tapados milagrosamente con un cobertor que traían con ellos—, despertar con el graznido de las gaviotas y echarse un segundo round?

Pero antes de aventurarse en emprender un episodio similar, les tenemos algunos puntos esenciales a considerar…

Los pros y contras del sexo en la playa

Ignacio Huízar

Los terribles contras del sexo en la playa

Tener sexo en la playa suele ser ilegal

No importa que tan virgen o remota sea una locación, es muy probable que tener sexo en un lugar público incurra en algún tipo de delito por exhibicionismo o faltas a la moral. Por eso, antes de pensar en consumar el acto en uno de estos sitios, lo ideal es informarse bien sobre las legislaciones vigentes. En México, por ejemplo, la playa de Zipolite, es conocida por ser abiertamente nudista, e incluso las autoridades exhortan a las personas que buscan llevar más allá sus desinhibiciones que vayan a zonas designadas como la Playa del amor o La Gloria, donde el sexo en público es tolerado.

No es ni higiénico ni erótico

A pesar de lo que nos podamos imaginar, la suavidad de la arena no está a nuestro favor —ni al de nuestros genitales— cuando le entramos de lleno a “ponerle” en la playa. Al final, son piedras pequeñitas rozando nuestras áreas más delicadas. En una entrevista para un medio digital, la Dra. Jaydee Vila-Inkee, miembro de la Sociedad Obstétrica y Ginecológica de Filipinas (uno de los principales destinos turísticos sexuales en el mundo), declaró: "La arena en la boca y en las partes íntimas, así como el constante roce de arena en esas zonas sensibles pueden atenuar la excitación sexual, eso sin contar que diminutos crustáceos pueden entrar ‘allí’ y causar todo tipo de problemas". Por si fuera poco, el Journal of Science and Technology reportó que en el agua de mar y la arena son proliferan cepas de bacterias como los enterococos (responsables de infecciones del tracto urinario) y E. coli (que pueden causar cólicos abdominales intensos, diarrea con sangre y vómitos). No, no suena nada sexi.

Pueden acabar en YouPorn o, peor aún, en un meme

A veces menospreciamos nuestros teléfonos inteligentes. Si lo pensamos, en un aparato relativamente pequeño contamos con todas las herramientas para realizar una pequeña producción cinematográfica. Bueno, al menos un muy buen video para compartir en Internet. La mala es que cada vez son más quienes recurren a estos dispositivos para acosar a las personas, así que nada garantiza que mientras están “echando pasión” en la playa, algún fisgón decida documentar el momento. También consideremos que muchos de estos sitios están siendo monitoreados por sistemas de circuito cerrado y hasta drones. Así que si no tienen muchas aspiraciones exhibicionistas o estén pensando en desarrollar una carrera a futuro como estrellas del cine porno, es mejor evitarlo.

Los pros y contras del sexo en la playa

Getty Images

No todo es malo, hay un gran pro de tener sexo en la playa

Más riesgo, más placer

Al igual que la gente paga para que la asusten en una película de terror y experimentan una sensación de placer, el temor a ser sorprendidos teniendo sexo en un lugar público libera las mismas sustancias en el cuerpo cuando éste se siente amenazado, como cuando uno se dispone a tener sexo en el coche. La adrenalina y la dopamina son responsables de producir un estado de alerta máxima y de provocar intensos sentimientos de placer y satisfacción, respectivamente. Por eso, al alcanzar el orgasmo, una vez superada la sensación de peligro, los torrentes de estos químicos generan un intenso estado de placer.